Realmente me parece patético lo que haces, y son muy tristes esas palabras en boca de tu propia hija, esa a la que diste la vida sin tener ganas por el simple hecho de pasar el tiempo.
También es muy triste ver tu deplorable estado mental con la edad, se supone que deberías ser una señora respetable al pasar los 50 y te has convertido en un mono de feria, en un circo ambulante con toda tu parafernalia y tu misticismo que realmente es una burda intención de reclamar atención de todo el mundo.
¿Crees que llegarás muy lejos con esa actitud de adolescente? y eso sin contar con la humillación y la vergüenza que nos haces pasar a tus hijas (las mismas que alguna vez creyeron ser importantes para ti) pero realmente no te mereces nada, ni siquiera lo que tienes. Simplemente NADA.
Y con todo el odio que me guardo me sorprendió que no deseo la muerte a una de las personas que más daño me han hecho en mi vida, si no que prefiero que se retuerza de dolor y de pena durante muchísimos años en castigo por todo el dolor que yo he pasado durante más de una década, por cada una de las lágrimas o cada uno de los días que pasé encerrada pensando en la pena que me daba perder a mi madre, ahora realmente estoy segura de que fue lo mejor que me ha pasado en la vida, un golpe de suerte que lo llamarían algunos y otros sin embargo creerían que es cosa del destino.
Dejando a un lado mi actual situación, que no es muy fácil en estos momentos, me gustaría pensar que todo iría mejor si tú te comportases como lo que realmente eres, como una madre, en vez de como un animal que actúa sin pensar, creyéndose una persona inteligente y educada cuando eres todo lo contrario, y lo que realmente me dolió al verte hace dos años no fue comportándote como una persona totalmente extraña a la que convivió conmigo diez años, si no ese afán de llamar mi atención como si fueses una niña pequeña.
Siendo nada más que una ególatra que no ve más allá de sus propias narices, manipuladora, mentirosa, egoísta, mala en general con todos los que se te acercan. Como un agujero negro absorbes todo lo bueno de las personas, lo exprimes en tu propio beneficio y luego te olvidas de ella, como has hecho conmigo mismo, utilizándome ahora solo para saber algo de tu nieta (a la cual no conoces para que ella viva siendo una persona feliz, y por otras razones que te has ganado a pulso por mérito propio).
Pero no satisfecha con eso, utilizas la imagen de tu otra hija para seguir atrayendo gente a tu lado, para seguir llamando su atención y seguir inflando tu, ya de por si, enorme ego. No dudas en utilizar las estratagemas más sucias para ti, y solo para ti, haciendo daño a quien haga falta. Da igual si salió de tu propio vientre y tú misma le diste la vida, o quizá es que crees que te lo debemos y por eso tenemos que pagarlo con creces, aunque yo creía que eso se hacía por puro amor y no como un favor (que equivocada estaba).
No soy madre y no se si será completamente cierto, pero estoy casi segura que estas palabras a manos de su propia hija serían muy duras para una madre, sin embargo estoy convencida de que te importarán más bien poco, o a lo mejor en tu plan manipulador intentarás convencerme de que soy yo la loca (cosa que no es la primera vez que intentas, incluso llegaste a conseguirlo, ¡mis felicitaciones!) pero esta vez no lo conseguirás, soy adulta y no es tan fácil engañarme. Puedo ver claramente todo lo que haces pues no eres precisamente una persona discreta y mucho menos avispada en cuanto se trata de tecnología, y siempre te acabo cazando con las manos en la masa.
Ya no se me ocurre más que decir, solo que estoy abochornada de tener una madre así, y sobre todo estoy arrepentida de haber llorado porque te fuiste y de haberme culpado de tu ida, cuando se ha demostrado con creces que la única culpable de todo esto eres TÚ misma, tú fuiste la que abandonaste a tus hijas y la que has tenido el descaro de culparnos a nosotras siempre de tus malas decisiones. Quizá tu única mala decisión fue la de haber sido madre, pero de esa te aseguro que ninguna de las dos tenemos culpa.
Hasta nunca
No hay comentarios:
Publicar un comentario